

Travel Blog
Fuera de Ruta
Viajes a lugares que trascienden las guías de turismo
Camino a Iruya




SALTA.- Iruya es el destino.
Pero el reto es el camino, antes de llegar.
Desde Humahuaca la ruta comienza con asfalto. A 26 kilómetros está el cruce con la ruta provincial 133 y desde allí hay que andar el doble de camino, todo de ripio. En total son 70 kilómetros interrumpidos por múltiples pasos de agua de las vertientes de dos ríos: Iturbe e Iruya. En los días de lluvia es difícil transitar.
Iturbe es el primero de una serie de pueblos, colgados de las montañas, y más adelante esta Chaupe Rodeo a medida que se va subiendo a 4000 metros sobre el nivel del mar.
El camino de ripio árido, sobre los faldeos orientales de la sierra de Santa Victoria, por momentos oscila entre precipicios.
Curva y contra curva, allí en el medio de la nada, hay varios cementerios de piedra enclavados en las montañas.
Están delimitados con pequeñas paredes de adobe. Las tumbas adornadas con flores multicolor, según las preferencias de la persona que allí descansa. Las hay rojas, turquesas, naranjas, amarillas. Los colores fuertes rompen la monotonía de la piedra y el cielo.
“Los cementerios están construidos en altura, afuera y arriba del pueblo y mirando a donde sale el sol-informa Javier, un paisano local- de este modo, cuando la persona muere regresa más rápido al cielo sin la intromisión de música o jolgorio que lo pueda interrumpir”, relata.
El punto más alto del camino está a 4000 metros de altura en el límite entre Jujuy y Salta. Es el paraje Abra del Condor. Entonces el camino empieza a bajar: Iruya está a 2700 metros del nivel del mar.
El camino en bajada por la quebrada de las montañas va acompañado por la vera del río Colanzuli. A los costados las formaciones rocosas cambian de color, y ahora el viajero está rodeado de rocas violetas, moradas, azules o amarillas.
El pueblo -que de lejos parece en la cima de la montaña- tiene calles angostas, empedradas y empinadas rodeadas por casas de adobe y puedra. Hay tan sólo tres apacibles hoteles.
Uno, pegado al cementerio local, tan parecido a los del camino a la cumbre que parece una replica.
En los hoteles, al igual que en los cementerios andinos, sólo hay paz.
Los habitantes del pueblo conservan el ritmo tranquilo y las costumbres de sembrar la tierra, como hace 250 años atrás.
En la plaza principal todavía hay trueque entre vecinos para cambiar, por ejemplo, maiz por habas.
La Iglesia de San Roque y Nuestra señora del Rosario -fundada en 1953- es el ícono del lugar.
Desde allí hay varios circuitos por recorrer entre las montañas: Circuito los Cóndores, que asciende a 4800 metros de altura, Camino del Inca que pasea por los santuarios incaicos y circuito San isidro, que bordea las márgenes del Río Iruya. Es posible recorrer cada sendero, pero no será todo en una sóla jornada.
En Iruya, uno se queda detenido a poco de andar.
Datos Utiles
Cómo llegar: Desde Jujuy por la ruta 9 hasta Humahuaca. Desde allí a 26 kilómetros el cruce con la ruta provincial 133 hasta Abra del Condor. De allí a Iruya. Defensa Civil 103 para consultar el estado del camino, que es de ripio y puede estar cortado por el curso de dos ríos. Hay dos empresas de colectivos que hacen el recorrido desde Humahuaca: Transporte Iruya - tres frecuencias diarias- y Panamericano -sale desde San Salvador de Jujuy y recorre toda la Quebrada-.